Juanita Rosa y Ana María eran dos hermanas gemelas (o mellizas,que en aquellos tiempos daba igual) a las que mi madre,Laly (desde que volvió al pueblo cuando tuvo que dejar los estudios,dejaron también de llamarla Martina- o Marta Mary, más "glamouroso"-) se encontró "como por casualidad" en un zaguán de una casa vecina.La ocurrencia de las niñas fue que quisieron aparecer en este mundo de forma inminente y no pensaron en médicos,matronas,enfermeras,sanadoras-es(que también había bastantes por allí). No. Pasaba Laly...Y Laly corrió.Nos soltó a mis hermanos pequeños y a mi,entró en el dichoso zaguán y allí,entre alaridos y miedos de la parturienta,la voz suave de mi madre,las miradas desconcertadas de mis hermanos y mía,primero gritó una y al momento la otra...Después gritamos nosotros y nos echaron de allí. Desde la acera empezamos a ver entradas y salidas de gente entre risas,sonrisas,susto...De los últimos en entrar,un señor serio con
un maletín negro y feo en la mano. Mucho más tarde salió mi madre.Cansada.Una sonrisa en la mirada y mucha paz en sus palabras."Vamos,venga,para casa".
Mi madre ayudó a nacer a muchos bebés en el pueblo...También los preparó al morir,pero eso será otro cuento.(Continuará)
Seguiré leyéndote, intuyo y veo mucho corazón en éstas vivencias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,Mª José. Sí. Son tantas las vivencias que se me entremezclan porque,recordando una ,aparecen miles más...Estoy tratando de ser objetiva, pero siempre aparece el corazón,que es lo que,al final,importa.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Detalles de una vida.
ResponderEliminarChao.
Sí.Un sencillo homenaje.
ResponderEliminarAbrazos.