domingo, 25 de junio de 2017

Mi madre-3

  Sí.Dije bien: "los preparó al morir".
  De buenas a primeras y con el dolor y la pena reflejadas en su rostro,mi madre se ausentaba de casa con prisas y con unas explicaciones de esa precipitación que dejaban a mi padre callado (eso sí que era raro) y a mis hermanos y a mi en la inopia normal de la infancia. 
  A medida que se sucedían estas salidas intempestivas,mi curiosidad innata iba en aumento y hacía preguntas..."¿A dónde vas,mamá?" "Vengo enseguida,pórtate bien" Y la veía llegar triste pero dispuesta a seguir con la rutina diaria de cuidarnos como cuidaban  siempre las madres a los hijos en aquellos días:trabajo,trabajo y más trabajo...
  Un día me rebelé.Otra llamada apresurada a la puerta.Recuerdo perfectamente el orden: toque fortísimo,abrir y gritar ¡Laly!, y mi madre prepararse rápidamente y salir.Mientras lo hacía,empecé a protestar: "¡Voy contigo! " "No,te quedas con tus hermanos""¡Pues te persigo!" Entonces mi madre me miró y me dijo: "Escúchame bien.Se acaba de morir el nieto de Josefita,la vecina,y tengo que ir a prepararlo.Es muy triste y no puedes estar." "¿Prepararlo para qué?"
"Pues para que llegue muy guapo al cielo"...Me quedé pensando."No pasa nada,yo me pongo a jugar con los otros nietos..." Entre las prisas de mi madre y mi insistencia,a la pobre no le quedó otra que arrastrar conmigo,no sin dejar de darme cientos de advertencias de lo que debía y no debía hacer.La principal era "NO ENTRAR A LA HABITACIÓN DONDE ESTARÍA ELLA BAJO NINGÚN CONCEPTO",advertencia a la que por descontado  hice mínimo caso.¡Fue mi primera y última vez!     Observaba a mi madre desde un ventanuco al que también se asomaban los chiquillos,que corrían,se escondían,volvían a mirar...En un despiste mío,mi madre levantó su mirada y me vio.No me dijo nada,pero yo desaparecí de aquel mapa de flores,sedas,lazos y,sobre todo,de la expresión amorosa de mi madre adornando todo aquello,después de estar un rato observando sin saber de qué iba ese momento que me producía algo raro en el estómago.
  Cuando nos íbamos,me agarró de la mano y me empezó a contar que aquello se llamaba "amortajar" y que a ella solo la llamaban para hacerlo a los niños,que era una época en que nacían ya muertos o morían pronto por el tema de las medicinas que no habían en el pueblo o que tardaban en llegar;que ella lo hacía porque eran "angelitos" y sus madres querían que se encontraran guapos con los ángeles de verdad,y porque alguien tenía que hacerlo,bla-bla-bla...
 Yo andaba por los seis,siete años y me lo creía todo y,también,como niña,lo olvidaba todo enseguida,aunque el impacto nunca se borró,de hecho,lo estoy contando.
 (Hace unos años y por casualidad vi una película japonesa en TV cuyo protagonista no encontraba trabajo y se vio abocado a coger el único que encontró: amortajar a los muertos. Recordé a mi madre y entendí que era tan solidaria y tan buena persona que hasta hacía lo que casi nadie quería hacer,pero que,encima,transmitía amor,paz y resignación a los familiares en tan difícil trance,cosa que vi reflejada en el rito tan respetuoso y cariñoso de la película.)
  Tres años más tarde nos fuimos a vivir a la capital y ya no hubo ni mas nacimientos ni más amortajamientos. Estudios y otra vida,también digna de ser contada pero que,ante el temor de volverme subjetiva,finalizo aquí y con este tema mi homenaje a una,si no la más,influyente persona que ha pasado por mi vida: mi madre.

jueves, 15 de junio de 2017

Mi madre-2

    Juanita Rosa y Ana María eran dos hermanas gemelas (o mellizas,que en aquellos tiempos daba igual) a las que mi madre,Laly (desde que volvió al pueblo cuando tuvo que dejar los estudios,dejaron también de llamarla Martina- o Marta Mary, más "glamouroso"-) se encontró "como por casualidad" en un zaguán de una casa vecina.La ocurrencia de las niñas fue que quisieron aparecer en este mundo de forma inminente y no pensaron en médicos,matronas,enfermeras,sanadoras-es(que también había bastantes por allí). No. Pasaba Laly...Y Laly corrió.Nos soltó a mis hermanos pequeños y a mi,entró en el dichoso zaguán y allí,entre alaridos y miedos de la parturienta,la voz suave de mi madre,las miradas desconcertadas de mis hermanos y mía,primero gritó una y al momento la otra...Después gritamos nosotros y nos echaron de allí. Desde la acera empezamos a ver entradas y salidas de gente entre risas,sonrisas,susto...De los últimos en entrar,un señor serio con
un maletín negro y feo en la mano. Mucho más tarde salió mi madre.Cansada.Una sonrisa en la mirada y mucha paz en sus palabras."Vamos,venga,para casa".
 Mi madre ayudó a nacer a muchos bebés en el pueblo...También los preparó al morir,pero eso será otro cuento.(Continuará)

martes, 13 de junio de 2017

Mi madre -1

   En estos días de reorganización de mi mente en mi nueva forma de vida,he recordado a mi madre muchísimo más que siempre.
   Se llamaba Martina,en honor de San Martín de Porres, que ocupaba el santoral del día que nació,noviembre.Día nueve(mucho más tarde aparecería esa fecha en una canción inolvidable junto a un "ramito de violetas" que tan al pelo le venía)
Martina María de la Candelaria (Laly)- Ingenio (1918-2002)
  Más que guapa, atractiva."La Rita Hayworth del pueblo",le decían.Elegante hasta su muerte,era esa elegancia la envidia de sus dos hijas,mi hermana y yo.Pero lo mejor que tenía mi madre era el carácter.
Suave en el habla.Culta.Solidaria.Alegre.Conciliadora.Adoraba las plantas( las conocía casi todas);los animales eran todos maravillosos:a todos cobijaba, alimentaba, sufría cuando sufrían ( no soportaba ver una corrida de toros).Un día,caminando por una acera,vio en el centro de la carretera un pajarillo que aleteaba herido...Tirando lo que llevaba en sus manos,entre otras su cartera,corrió a cogerlo.Lo cuidó durante unos años en que murió porque le tocaba...
-"Mamá,¿ no pensaste en tu cartera ?"...
-"¿Qué cartera?"...
 ¡En fin! Ahora recuerdo este tipo de cosas...¡Las infinitas cosas de mi madre!
  Retrocedo en el tiempo y veo dónde radica la importancia de las cosas.En la simplicidad de un gesto más importante que el dinero (en casa nunca hubo el suficiente pero...¿y què?)
  En acariciar y escuchar una pena,un llanto.En entregar una bolsa de comida aunque nos quedáramos con menos de la mitad.En sonreír al dolor...En consolar y ayudar...
  ¿Por qué nos cuesta tanto aprender cuando tenemos al lado a la mejor maestra de la vida y es tan fácil aprender de ella cuando ya no está? Estoy segura que la palabra "Recordar"  no surgió por casualidad.
      ( continuará )

..

jueves, 8 de junio de 2017

UnaS horaS infinitaS

   De pronto un cansancio infinito y repentino.De inmediato un ahogo absurdo e inquietante.Súbitamente un dolor lacerante que intenta perforar desde mi estómago al pecho;desde el pecho a la boca. Calma...Calma al fin,también de forma repentina.
Me hablan y respondo, sin saber qué. Sin querer...(¿qué me ha pasado?- me pregunto)
De repente vuelve a surgir.Esta vez desde la boca hasta el pecho...Ahí se ensancha y oprime,se ensancha y oprime...Me asusto y aun callo.Vuelve y se pasa y sigo sin decir nada.
Noto vacío en el estómago y agua helada en mi cara.Mis piernas comienzan a doblarse.Me quiero deslizar hacia el suelo.Acostarme a ver si así se  pasa. Mi vida,hasta en esos inciertos momentos sigue siendo un " no querer molestar,inquietar a nadie" y callo...mas,de pronto,el dolor me apisona por los tres flancos a la vez y es entonces cuando mi cuerpo habla;se desgarra mi garganta en un grito que no emite sonido.Me oprime y se desvanece de nuevo para oprimir con más ganas.Mis encías enloquecen de dolor que no entiendo...No me deja abrir los ojos.Mis piernas y brazos son lozas de miles de toneladas y mis oídos esponjas que trasladan a mi mente las palabras que proceden de no-sé-dónde...No importa lo que dicen.Aquí quien manda y ordena no entiende de voces. ¿Qué es esto?¡Me mueven! ¿Qué hacen? Me voy con esta terrible compañía , ¿a dónde?
Un coche...¿por qué no corre?Después de cientos de millones de horas se para.Oigo voces.                  ( ¡Oigo,oigo,no veo nada!) Voces sonrientes a mi alrededor:¡¡Ánimo,ánimo!! -me dicen-Y sigo sin entender nada.
Me siento arrastrada,manipulada,dolorida.La apisonadora aun ahí,machacando de arriba abajo,de espalda a pecho...Caras,caras,¡desconocidas caras!.De repente un pinchazo en la pierna..¿Y ahora?Me da igual todo y quiero refugiarme en la nada.Escapar.¡Estoy cansada!
 Y...¡un campo de luz!¿Es la nada? ¡Puedo abrir los ojos! Un entorno de máquinas...hombres vestidos de verde...¿qué pasa? La apisonadora se está batiendo en retirada.Miro a mi izquierda(¡Por fin puedo abrir los ojos!) Seis pantallas.La misma figura en ellas reflejada. No puedo con mi condición y pregunto...¿ Es ese mi corazón? ¡Sí!-responden-Ya tienes la calle asfaltada.

(Con mi mayor agradecimiento a todos los que asfaltaron "mi calle")