martes, 13 de junio de 2017

Mi madre -1

   En estos días de reorganización de mi mente en mi nueva forma de vida,he recordado a mi madre muchísimo más que siempre.
   Se llamaba Martina,en honor de San Martín de Porres, que ocupaba el santoral del día que nació,noviembre.Día nueve(mucho más tarde aparecería esa fecha en una canción inolvidable junto a un "ramito de violetas" que tan al pelo le venía)
Martina María de la Candelaria (Laly)- Ingenio (1918-2002)
  Más que guapa, atractiva."La Rita Hayworth del pueblo",le decían.Elegante hasta su muerte,era esa elegancia la envidia de sus dos hijas,mi hermana y yo.Pero lo mejor que tenía mi madre era el carácter.
Suave en el habla.Culta.Solidaria.Alegre.Conciliadora.Adoraba las plantas( las conocía casi todas);los animales eran todos maravillosos:a todos cobijaba, alimentaba, sufría cuando sufrían ( no soportaba ver una corrida de toros).Un día,caminando por una acera,vio en el centro de la carretera un pajarillo que aleteaba herido...Tirando lo que llevaba en sus manos,entre otras su cartera,corrió a cogerlo.Lo cuidó durante unos años en que murió porque le tocaba...
-"Mamá,¿ no pensaste en tu cartera ?"...
-"¿Qué cartera?"...
 ¡En fin! Ahora recuerdo este tipo de cosas...¡Las infinitas cosas de mi madre!
  Retrocedo en el tiempo y veo dónde radica la importancia de las cosas.En la simplicidad de un gesto más importante que el dinero (en casa nunca hubo el suficiente pero...¿y què?)
  En acariciar y escuchar una pena,un llanto.En entregar una bolsa de comida aunque nos quedáramos con menos de la mitad.En sonreír al dolor...En consolar y ayudar...
  ¿Por qué nos cuesta tanto aprender cuando tenemos al lado a la mejor maestra de la vida y es tan fácil aprender de ella cuando ya no está? Estoy segura que la palabra "Recordar"  no surgió por casualidad.
      ( continuará )

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4 comentarios:

  1. Hay personas que caminan por la vida como ángeles, apenas hacen ruido y sin embargo sanan con su mano, su mirada, sus palabras. Tu madre era uno de ellos, sin ninguna duda.
    Preciosa y emotiva entrega.
    Un abrazo con cariño Mari Carmen.

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  2. HOLA,Mª jOSÉ!!! ¡y ESTA ES LA ENTREGA Nº 1 SOBRE ELLA!
    ME HE ALEGRADO MUCHO DE QUE TE HAYA GUSTADO Y EL COMENTARIO QUE HAS HECHO.SE AJUSTA MUCHO A SU PERSONA.
    HE ESTADO ALEJADA DE ESTOS NUESTROS TECNOLÓGICOS LUGARES,PERO AHORA YA TENGO TIEMPO Y,SOBRE TODO GANAS, DE VOLVER.
    ¡¡¡¡UN ABRAZO!!!

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  3. Atractiva mucho. Y como mujer, guapa! Y desde luego la comparación con la Hayworth no desmerece en absoluto. Y si a eso le añadimos que antes de nacer yo, 1948, esa sería la imagen de tu madre más o menos, habría que añadir, con todo el respeto y afecto, que espectacular.

    Del resto de cualidades que detallas, me constan. Y es grato leer aspectos, épocas e imágenes que también otros recordamos. Es curioso que una de las características de mi madre, en sus fotografías de juventud, soltera, fuese precisamente esa, ¡la elegancia! Lo descubrí hace algunos años cuando me llegaron esas imágenes. Y tampoco en casa de mi abuela sobraba el dinero.

    ¡Para qué iba a pensar en la cartera!

    Suele ser habitual descubrir la importancia de las cosas de la vida en la simplicidad… Pero no siempre estamos en la actitud adecuada. Bien porque se retrocede a épocas pasadas, casi olvidadas, bien porque algo sucede en el presente, necesitamos un punto de inflexión que nos sitúe en las realidades reales!

    Sí, no es fácil ser conscientes de las lecciones que representaban para nosotros quienes hoy ya no ejercen el papel de maestras.

    Abrazos, Maricarmen.

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  4. Desde luego que no es fácil.Y ya se encarga la propia realidad de situarnos en el presente...y nosotros de,de vez en cuando,recordar a esos-as maestros-as del pasado que han hecho posible que estemos viviendo este momento,con o sin punto de inflexión,solo porque aparece la necesidad de expresar y lo hacemos.
    Gracias por tus palabras,Ernesto.
    Abrazos para ti.

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