A nivel material,la pobre mujer que revolvía afanosa los cubos de basura y metía ilusionada los trozos de carne pasada de fecha,lechugas mustias y demás delicias en su viejo carro,se encontraba en peores condiciones que él, un oficinista venido a menos pero con un sueldo que,hasta la fecha, estaba "bien".Solo estaba él.No tenía familia. Nadie a quien darle explicaciones,cariños,caricias...el sueldo...
¿Por qué no se atrevía de una vez a bajar las escaleras, acercarse a ella y darle un poco de un dinero que pudiera facilitarle la existencia durante un tiempo.?
Al fin ve que la mujer,algo encorvada,empuja el carro suavemente y comienza a alejarse.Al pasar bajo la ventana desde la que la observa,la oye canturrear una cancioncilla de moda mucho tiempo atrás.
" Encima...¿es feliz? - observa asombrado-¡Increíble!"
Vuelve a mirar hacia la estrecha y oscura calle,ahora ya vacía.Tan vacía como él.Él, que ni siquiera puede cantar.
Mañana.Quizás se atreva mañana,pero, en el fondo más profundo de sí mismo, sabe que no lo hará.La mujer podría no volver y entonces se encontraría solo de nuevo.
Era un egoísta,sí.Mañana añadiría algo más a los cubos.
Hola Carmen...
ResponderEliminar¡Bien!En contrapartida,ya me puedes ir mandando la dirección de tu blog,si tienes...Gracias de nuevo!!! Investigaré la música.
ResponderEliminarcarmenluiscorti@gmail.com
ResponderEliminarCon tu permiso tomare esta entrada.Claro, dando a conocer tus datos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola,Marisa! Gracias por visitarme.Por supuesto que tienes mi permiso.
ResponderEliminarUn abrazo.