El olor a sal que asciende desde las olas que hoy son suaves susurros,
envuelven mis instantes de silencios y adereza el alimento necesario para volver a crear.
Exploro entre la maraña de ideas,sentimientos,penas y alegrías que conforman mi mente.
No me siento con la suficiente habilidad o destreza para deshacer tal fiesta.Con infinita paciencia comienzo,desde no sé qué parte de mi,a tirar de un hilo.Tenso y a la vez fino...casi transparente...No logro ver su color exacto... ¿ Alegría?...¿Pena?...¿Ternura?...Sigo tirando.Despacio,no sea se rompa....Sigue siendo transparente...Como el hielo.Lo miro detenidamente y me sumerjo en el frío intenso de sus afiladas estrías...Me cortan lacerantes las que reflejan la ira,el desprecio y la ignorancia y,en un intento de suavizar sus ataques,balanceo ese hilo,lo aflojo sin soltarlo y me siento atacada por gotas duras,grandes,pequeñas...Sin dejarme la mínima tregua para refugiar mi alma,mi mente recibe el centro del hilo.El más intenso y doloroso: es el odio,la miseria,la conciencia...Me asusto porque acabo de encontrar el final...Porque se ha depositado en mí.Miles de diminutas y transparentes gotitas invaden mi rostro mientras observo la longitud del hilo....
Con mucho cuidado,ato su extremo a mi alma.Cierro de nuevo mis ojos y busco entre la maraña.Esta vez tacto uno fuerte.Los abro despacio.Es verde.
De la maraña surge la esperanza del cambio.
ResponderEliminarLa alegría, la pena, el odio, la miseria, la conciencia “imperante”, etc., que pulula por el mundo no es necesariamente de todos… Está, puede que sí, pero no al alcance de cualquiera. ¡A la mía no! Y por extensión a la de muchos, la mayoría. Basta con comprender que está por algo, pero que no es nuestra. Y como el agua de un río fluye sin cesar “y no por ello nos ocupamos de llenar botijos para enviar a zonas desérticas”, así se debe hacer con las cosas del mundo, que también fluyen, para quien quiera que sea, pero no son nuestras.
Hay conceptos y “obligaciones impuestas” que nadie nos impone!
Un abrazo, Carmen.
Espero que no sea tarde para responder a este comentario.¡Hola, Ernesto! Vuelvo a intentar recuperar esta actividad de escribir. Recalo en este comentario tuyo y veo que no te había respondido.
ResponderEliminarSe han disipado muchas marañas en mi vida y,en parte,has tenido algo que ver.
Sé que te debo algo que te pagaré,seguro,más tarde o más temprano.
Gracias!!!
Es mi deseo el que tú y todos los tuyos estén muy bien.
¡Un abrazo!