Seguían sin aparecer y ya me estaba preocupando tanto silencio,tanta incapacidad de resolución de conflictos internos que permitieran su presencia,tan necesaria en mi vida como el alimento,el agua,el aire para respirar,para existir creando,no solo por existir.
La necesidad de crear y el no lograrlo me ahoga.Me invaden oleadas de ahogos físicos que se transforman en tormentas estomacales y palpitaciones cardíacas que me recuerdan el momento tan duro vivido hace un tiempo.
Sé que tiene que ver la merma de visión que últimamente me aqueja. El estar continuamente guiñando ahora un ojo,ahora el otro,me cansa físicamente y psíquicamente me desespera.
Seguían sin aparecer y pensè..." ¿ y si las atraigo mientras hablo del tema?" Y aquí estoy. Corrigiendo una y por una t,o una b por una v,porque las letras se me mezclan y cometo pequeñas dislexias...
Pero las palabras van surgiendo y noto que me cuestan menos encontrarlas y exponerlas. ¡A ver hasta dónde llego!
Las palabras y las letras;la lectura y los poemas. Voy alcanzando la última etapa de mi vida y,cuando debieran ser mi alegría,se me niegan. Cabezona y majadera,sigo intentando atraerlas, enredarlas y forjar lindas cadenas de ideas y pensamientos preciosos. Entonces,se enmarañan y se mezclan con situaciones violentas..De hambre,guerras,miserias. De crímenes y de acosos.Y llegan comparaciones.Y derechos y deberes que unos tienen y otros niegan.De mis propias vivencias.De las veces que hice el bien.De otras que olvidar quisiera...Entonces pienso que la vida se me va acabando y que, en un rato y con palabras e ideas,sola y simple como soy y por prolíficas que sean,solo van a aparecer para descargar mi pena,angustia y torpeza al desear utilizarlas de forma plena y amena y sentir que la realidad vuelve a mi mente,a mis manos cuando escriben y me frenan...¿qué derecho tengo yo a ahondar en vida ajena?
Oí hace unos días una frase de una anciana de noventa y nueve años:" más que a vivir,hay que ayudar a vivir"
Y me parecieron sabias.
Y hasta aquí he llegado hoy.